El viernes 7 de diciembre, celebramos el Día del Voluntariado en el Hogar de Cristo con una emotiva ceremonia. Asistieron más de 150 personas, colaboradores generosos de los distintos programas sociales de la fundación, para compartir experiencias y opiniones sobre este trabajo no remunerado y profundamente enriquecedor.

Por Comunicaciones Hogar de Cristo

“La compañía es fundamental. La paciencia, pero sobre todo el cariño”, convinieron los presentes a la celebración del Día Mundial del Voluntariado que se celebra cada 5 de diciembre. Con un desfase de dos días, el viernes 7, los voluntarios coparon el teatro del Santuario de San Alberto Hurtado, en Estación Central. Hubo exhibición de testimonios en video,  que mostraban cómo jóvenes y adultos de Hogar de Cristo con poco consiguen resultados increíbles con los adultos mayores, los niños vulnerables y las personas con consumo problemático de alcohol y drogas.

Además, la educadora de párvulos Ingrid Gallardo, subdirectora de Cultura Solidaria de Hogar de Cristo, felicitó a los asistentes por la labor y recordó el Encuentro de Voluntarios de 2017, y el “enamoramiento” por las diversas labores que se realizan a cambio de una sonrisa, luchando muchas veces  contra la adversidad. “Su trabajo y perseverancia promueve sociedades más justas, pacíficas e inclusivas, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que Naciones Unidas aprobó en 2015, con el propósito de mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”.

Ingrid Gallardo les preguntó por qué se habían “enamorado” de su trabajo voluntario. Contestaron sobre todo las colaboradoras más antiguas, que contaron cómo cuidan desde hace más de 25 años a adultos mayores, con complicaciones de salud. También relataron cómo asisten a jóvenes que se reintegran al sistema escolar a través de ayudantías o clases personalizadas, y se conoció  la colaboración en tareas que a simple vista pueden parecer “menores”, pero que son vitales para el bienestar de los niños en la educación inicial o en la última etapa en la vida de un adulto mayor. “Es una vivencia hermosa”, coincidieron las más de cien personas, dando gran y prolongado aplauso a Luz Eliana Urzúa, quien desde hace dos décadas comparte su propio hogar con acogidos, que en algún momento vivieron en situación de calle.

José Yuraszeck sj., capellán de Hogar de Cristo, motivó a los presentes con la canción “Los Puentes” del cantante uruguayo Jorge Drexler, un tema completamente actual, que invita tender puentes y cruzarlos, en pos de la hermandad y el entendimiento entre los pueblos: “Estoy convencido de que el voluntariado es una luz, la luz por la que entra en los muros resquebrajados (…) Invito a construir puentes y a perseverar en su labor que ayuda a la buena ciudadanía, el compromiso social y a construir comunidades más resilientes”.

Actualmente más de 35 mil voluntarios son parte de nuestra fundación, la mayoría grupales:  29.418 que se involucran con la causa del Padre Hurtado por un país más digno y justo a través de colegios o agrupaciones; luego están los voluntarios de empresas y corporativos, que suman 2.118, y finalmente las personas individuales, que son 5.703. Todos trabajan ayudando a los más pobres entre los pobres, eficazmente, animados por la espiritualidad del santo chileno.

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